Cooperación al desarrollo

Programa solidario en Tanzania

La zona situada al norte de Tanzania, cerca de Arusha, tierra de Masais, es un lugar donde se puede observar grandes contrastes debido a que es la vía de paso de safaris en el Serengueti o las rutas de ascensión al Kilimanjaro, pero aunque mucha gente atraviesa estas tierras secas y duras, pocos son los que se detienen más que los segundos necesarios para hacer alguna fotografía desde los Jeeps.
Por suerte los masais, que luchan por sobrevivir en un lugar donde la pobreza y la sequía son tan extremas que no todos los días se pueden permitir el lujo de dar de comer a sus hijos, no están del todo abandonados a su suerte gracias a que María Carpio Pérez y su Fundación están con ellos. María es una gran mujer que dejó una acomodada vida en Europa para dejarse la piel cada día ayudando a estas gentes.

En la cultura Masai, por desgracia, la mujer es inferior al hombre y es a ella a quien corresponde llevar a cabo las tareas más duras. Al enviudar son privadas de todos sus bienes pasando éstos a la familia del difunto, por lo que se queda con muchos hijos a los que alimentar pero sin medios para poder hacerlo. Debido a la poligamia y matrimonios concertados con grandes diferencias de edad entre cónyuges son muchas las mujeres que se encuentran en esta situación.
Es por ello que este proyecto trataba de contribuir al desarrollo socio-económico de la mujer en su entorno, creando iniciativas de auto-desarrollo y actividades generadoras de ingresos para procurarles una economía sostenible. Gracias al extraordinario trabajo de la Fundación Marjal pudimos dar apoyo a los proyectos que María está desarrollando en el país.

En primer lugar se visitó a las comunidades Masai para conocer su situación y sus necesidades reales, adaptando nuestra intervención al contexto. Tras lo cual se decidió actuar en favor de 305 viudas, localizadas en tres poblados: Arkaria, Lendikinya, Eluwai.
Para desarrollar el proyecto se compraron cantidad de cabras y gallinas, en concreto:

  • 11 cabras para las 135 mujeres viudas del poblado de Eluwai.
  • 6 cabras para las 75 mujeres viudas del poblado de Lendikinya.
  •  8 cabras y 5 gallinas para las 95 mujeres viudas del poblado de Arkaria.
  • material para espejos artesanos en los que participan 20 mujeres de Arkaria..
     

Con el objetivo a una posterior venta de la leche y los huevos en el mercado y obtener ingresos para que puedan alimentar a sus familias. También se compró material con el que un grupo de viudas están elaborando artesanalmente unos bonitos espejos inspirados en sus collares ceremoniales, que después se venden como souvenir. También se financiaron las telas y lazos que cosen otras mujeres para envolver los espejos u otros artículos artesanales.Todas las compras se realizaron en los mercados locales, apoyando de esta manera también la economía de la zona y sus habitantes.
 

Gracias a todo ello, estas mujeres luchadoras pueden ahora trabajar y no sólo dar de comer a sus hijos sino además que tengan acceso a una educación y sanidad. El grupo de mujeres con las que se desarrolló el proyecto estaban enormemente emocionadas y agradecidas porque alguien creyera en ellas y las ayudara, y celebraron una reunión dónde nos dedicaron sus bailes y cantos y sus maravillosas sonrisas.

Hemos tenido el placer de compartir con ellas momentos inolvidables, y nos quedamos con la gran satisfacción de ver cómo el esfuerzo de la Fundación Marjal ha cambiado la vida de muchas mujeres y sus familias.
 

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